Fisiología de la fascia

A lo largo de los últimos años se ha estado investigando la relación entre la postura corporal y el estado de ánimo. Fue Amy Cuddy la primera persona en identificar esta relación. Amy es profesora adjunta de la Escuela de Negocios y Administración de la Universidad de Harvard, y una psicóloga social conocida por sus investigaciones en estereotipos, discriminación, emocion, poder, comportamiento no verbal y sus efectos sobre la secreción hormonal, menciona en esta conferencia promovida por TED, la importancia de trabajar en nuestro lenguaje corporal y no solo por lo que transmitimos al exterior sino por que también ese lenguaje nos manda mensajes al inconsciente y esto puede repercutir mucho en nuestros resultados diarios.

Puedes ver su excelente intervención en una charla TED (subtitulada en Español) en este siguiente enlace:   Charla TED de Amy Cuddy

Por otro lado, el enfoque de los Subsistemas Cognitivos Interactivos (Teasdale y Barnard, 1993) propone que la información propioceptiva y cinestésica del cuerpo contribuye de forma directa e importante al procesamiento de la información emocional en el Trastorno de Depresión Mayor (TDM). Según esta teoría, puede establecerse una configuración de «estancamiento» depresivo con bucles de retroalimentación corporales y cognitivos que «encierra» a los subsistemas en una configuración autoperpetuante que mantiene la depresión. La autoperpetuación significa que las cogniciones depresivas conducen a manifestaciones corporales negativas (por ejemplo, postura decaída y un patrón de marcha triste) y, a su vez, las manifestaciones corporales negativas aumentan la tendencia a pensar de forma negativa y depresiva, lo que conduce a un círculo vicioso que profundiza los estados depresivos. (Teasdale, J. D., & Barnard, P. J. (1993). Affect, cognition and change: Remodelling depressive thought. Lawrence Erlbaum Associates).

En una reciente investigación, Michalak et al. investigaron el tejido miofascial tiene sobre el estado de ánimo. En los individuos deprimidos, se identificó un tejido miofascial menos elástico y más rígido. Dado que el tejido fascial está implicado en la modulación de la generación de fuerza y también en el ajuste mecanosensorial, la disfunción a largo plazo de este tejido, representada por la rigidez y la reducción de la elasticidad, podría dar lugar a una tensión corporal crónicamente intensificada y a una reducción de la flexibilidad del sistema motor. Esta podría ser una de las razones por las que la marcha deprimida se caracteriza por un menor balanceo de los brazos, una menor dinámica vertical ascendente y descendente y por las que los individuos deprimidos muestran una postura caída.

La tensión corporal elevada, los patrones de marcha y la postura deprimidos podrían retroalimentar el sistema psicológico y hacer más accesibles las cogniciones negativas y los estados emocionales  depresivos (Michalak et al. 2022)

En definitiva, en virtud de estos estudios podemos afirmar que existe una tendencia de las personas con depresión a adoptar posturas flexionadas, y que el mantenimiento de esas posturas influye en la depresión. En el estudio de Michalak, se incluyó un programa de autotratamiento miofascial con rodillo de espuma, comparado con grupo placebo, tras el cual se comprobó que el sesgo negativo de memoria (tendencia a recordar palabras negativas típico de las personas depresivas) mejora tras la aplicación del tratamiento, así como ocurre con el estado de ánimo tras su aplicación (afecto positivo).

Puedes leer el artículo completo, traducido en Español, descargándolo en la sección «biblioteca»

Óscar

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